ORIXE GASTRONOMÍA GALEGA

Todo muy rico y un servicio estupendo, las Fabas son divinas, el pulpo de lo mejor y la carne de ternera de 10…

Tercera vez que vamos, buena atención y buen producto.

El precio es elevado (180 euros una comida para 4 personas, con dos primeros para compartir y sin postre aunque eso sí, con 2 botellas de vino). La comida francamente rica (no muy abundante:los langostinos, a 14.50 euros son 8 piezas. Almejas pequeñas). El ambiente, bien. Local bonito, ciertamente estrecho, pero no me pareció incómodo. Los comentarios sobre falta de intimidad no se ajustan a lo que vimos, al menos con la disposición de mesas ese día. Disfrutamos de intimidad suficiente. Balance global positivo, asumiendo precio caro. Pero la comida es buena

Local pequeño y estrecho, en nuestro caso… nos tocó mesa alta que para tomar algo perfecto, pero para cenar resulta incómoda. En cuanto a iluminación y climatización correcto. El local en sí es acogedor aunque un poco falto de espacio.

Limpieza… impecable

Punto importante, la comida. Empezamos por la carta, pese a ser gallegos, de Santiago e incluso un galegofalante … necesitas el traductor de google para ese gallego tan forzado; si eres de Madrid necesitas que el camarero te traduzca la carta entera y luego pensar lo que vas a pedir. Personalmente me gusta pedir con calma y esto te lo dificulta.
Pedimos de entrantes las volandeiras y las croquetas, 8 unidades de cada, correcto. Las croquetas eran de chorizo y queso San Simón, en mi opinión correctas pero ya. Las volandeiras van con un toque cítrico, ricas pero en nuestro caso estaban ya frías.
De principal, nos solapamos y pedimos 2 de carrilleras (fazulas). La carne buena, rica, con buen sabor y muy melosa. De cantidad, escasa. La guarnición… una especie de puré de verduras que no nos terminó de convencer.
De postre, tarta de queso al horno, de sabor rica aunque me esperaba que fuese más cremosa. Mi compañero mousse de chocolate con avellanas, estaba rica.
De entrante la casa nos invitó a unas aceitunas y un “chupito” de caldo de verduras. Con la sobremesa y ya que estamos en época navideña, nos pusieron unos polvorones que estaban buenos.
Me llamó la atención la cantidad escasa del pan que te sirven, 2 rebanadas finas por comensal.

El precio, relación calidad-precio… caro y escaso.

La experiencia fue excelente en todos los puntos! Desde la comida que está divina y con productos muy frescos, el servicio también fue de lo más agradable que nos hizo sentir como en casa y el ambiente estuvo súper acogedor! El sitio es muy recomendable!